No siempre se cumplen los objetivos que figuran en el encabezado de este blog. Podíamos echar balones fuera y decir que el cambio de horario nos descolocó y no andaríamos lejos de la verdad. Pero lo cierto es que la hora de partida y el atuendo que vestíamos dejaban muy a las claras nuestras intenciones. Y estas no eran otras que danos un pequeño paseo por Pría, contemplar los bufones, hacer unas fotos y punto, a comer. Y comer comimos, vaya si comimos. Zamburinas, mejillones de dos maneras y un arroz con chipis que estaba de muerte. Un local agradable el del resturante La Cerezal de Ribadesella y un precio muy pero que muy razonable. Vamos,`para repetir pero, eso si, con una ruta acorde con las calorías ingeridas.
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