miércoles, 28 de noviembre de 2012

LLegan las lluvias

Hace cinco años que me jubilé. Hace cinco años que se ha abierto ante mi un espacio amable y asequible. Una ilusión, otro modo de vida. Hace cinco años que he dejado de ser un animal de ciudad para convertirme en un aldeano de pueblo. Hace cinco años que mi rostro permanece moreno por el sol los doce meses del año. Al principio echaba de menos muchas cosas, sufría las evidentes carencias del mundo rural, esas pequeñas cosas a las que no damos importancia en la ciudad, por tenerlas al alcance de los dedos, como un médico, un cine, el supermercado o darle a un botón y calentar la casa. Es cuestión de planteamientos, organización y una forma distinta de ver las cosas, renunciando a todo lo que en definitiva resulta superfluo, desaprendiendo ciertas cosas y asegurando que, en realidad, no se necesita tanto para vivir. Aunque si necesitas la bombona de butano, la leña para la chimenea o la compra del super, tienes la villa a poco más de media hora caminando, diez minutos en bici y la ciudad a una hora escasa de automóvil. Aquí en La Isla mi perro retoza libremente por el campo mientras yo disfruto un fuego amable en el hogar viendo morir las tardes de otoño en compañía de mi esposa y de mis hijos, sobrinos y amigos que de cuando en vez nos visitan.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Algo de música para este tiempo

Pedazo de banda. No se fien de su nombre. ¡son vascos! Hace poco han actuado en el Club de rock del pueblo Piloñés de Valles. Todo un lujo.

martes, 20 de noviembre de 2012

En la vega de Orandi

En la vega de Orandi las hadas y los elfos se esconden tras los troncos de la hayas Tu no las ves pero ellos te ven a tí. Si agudizas el oido podrás sentir el crujir de sus pasos sobre la alfombra amarilla de hojas secas que cubre el sotobosque. Seguramente será un corzo . Por un instante te mirará paralizado antes de huir con agiles saltos hasta desaparecer en la espesura. Para llegar a este mágico paraje hay que tomar un camino amplio y empedrado que en una hora aproximadamente atravesando majadas con cabañas de piedra te lleva hasta un verde valle cercado de tupido bosque de roble y haya. Allí serpentea al rio Las Mestas. Estás en Orandi.En algún punto de la ruta el camino se extrecha y se bifurca, no hay problema, unos cuidados letreros te indicarán la dirección correcta. Un gato negro nos acompaña justo hasta la gruta por donde el mencionado rio se esconde en las entrañas de la tierra para volver a salir impetuoso a los piés de La Santina. Una ruta fácil para hacer en familia.No te olvides de calzar unas buenas botas de montaña.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Una mañana a las setas

A mediados de Noviembre la Asociación los Coríos de La isla organiza todos los años una salida al bosque para recolectar setas.El sábado dirigidos por el piloñes, experto micólogo, Pablo Prida y asistido por Germán Noriega, provistos de navaja, cesta y bien protegidos de la pertinaz lluvia nos repartimos por los alrededeores de la isla en busca del preciado manjar. Ellos nos enseñan a reconocerlas, clasificarlas y distinguir las comestibles de las venenosas o alucinógenas. De regreso a la Escuelina, sede de la asociación, tuvimos un almuerzo y a continuacion Pablo nos dió una charla sobre el tema.

Bosque en el Sueve

jueves, 15 de noviembre de 2012

otoño en la Biescona

 
El bosque se ruboriza y se tiñe de rojo una vez al año y permanece en este estado poco tiempo, el que el aire de las castañas permite a los árboles retener sus hojas. Hay que estar atento, esperar un día claro y despejado y, ante todo, disponer de tiempo libre y así poder sorprenderlo en todo su colorido.  De esto ultimo voy sobrado y como ayer amaneció una mañana esplendida he cogído mi cámara y me fuí al hayedo de la Biescona muy temprano. Ascendi no sin gran esfuerzo la primera rampas por una pista muy marcada hasta llegar a un punto en que ésta se bifurca en dos senderos. Allí me salió al paso un muchacho que se había despistado de la senda. Como llevábamos el mismo rumbo le invité a que me acompañase. Manejaba una Canon Eos 50 con trípode con la cual se disponía a hacer los mismo que yo: fotos, fotos y más fotos.No es el bosque el mejor sitio para hacer amigos. El tácito pacto de silencio que obliga a aquellos que nos gusta la naturaleza en estado puro hace que la conversación sea no más que la indispensable y  la que procede por las mínimas normas de cortesía-. Así que se llamaba Javi y era bloguero. Coincidimos en ambas cosas,  suficientes para decidir  seguir en contacto en dias sucesivos. Me ha prometido enviarme las fotos de un picapinos que que hacía toc, toc, toc en un arbol seco.Yo mientras tanto me senté en el fondo del otoño rojo a escuchar una canción de Eva Cassidy. De vuelta a casa, me esperaba un espléndido pote asturiano que Carmen había cocinado.

EL FASTUOSO RUIDO ENSORDECEDOR DE LA MUERTE

  Conocí a Radi en la embajada de Jordania en Madrid. Era un beduino alto y fornido que inspiraba confianza con su rostro siempre sonriente ...